«Making a Murderer»

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Finalmente he terminado de ver «Making a Murderer«, la serie documental que viene de la mano de Netflix, y de la que tanto se está hablando. En 10 completísimos capítulos nos cuenta la historia de Steven Avery y de cómo después de ser condenado por agresión sexual, y 18 años después exonerado, vuelve a ser acusado del asesinato de otra mujer años más tarde. Me quito el sombrero con el estupendo trabajo que han hecho Moira Demos y Laura Ricciardi, que han realizado tanto el guión como la dirección.

steven

Ufff… no se por dónde empezar. La historia, contada con tantísimo detalle, no puede hacer otra cosa que dejarme sin palabras. Debo decir por eso, que de inicio Steven Avery no cayó demasiado bien, básicamente por el incidente con el gato, pero es algo que voy a dejar a un lado, para centrarme en los sucesos posteriores. Algunos conoceréis ya este caso, otros posiblemente no (yo no lo conocía). En el primer capítulo te ponen en situación y te cuentan el caso de agresión sexual en el que se ve implicado Steven, y yo que desconocía el caso Avery, después de ver ese capítulo pensé «Bueno, ya me lo han contado todo en un sólo capítulo, ¿que me van a contar ahora?». Ilusa de mía… Porque había más, mucho más. Si ya resulta indignante la cagada monumental que supone el hecho de que hayan metido a un hombre en la cárcel la friolera de 18 años por algo que no hizo, lo que sucede después de eso ya es como para mear y no echar gota. Y bueno, no voy a hacer comentarios sobre lo que luego le hicieron a Brendan Dassey con sólo 16 años porque me enciendo… ¿Hasta dónde puede llegar la estupidez humana y/o el ensañamiento con un individuo?

«Todos podemos decir que nunca cometeremos un crimen, pero no podemos garantizar que nadie nos vaya a acusar alguna vez haberlo cometido. Si esto sucede, entonces… buena suerte con este sistema judicial penal.»

Lo que esta serie documental logra básicamente es dejar en ridículo el sistema judicial norteamericano. Y es que no es para menos, porque te pasas cada uno de los capítulos pensando que meten la gamba una vez tras otra, y tras otra, y tras otra, y al final sólo te quedan dos opciones que pensar: que hay una clarísima conspiración con un sello bien grande donde pone CORRUPCIÓN (con luces de neón, subrayado y en negrita), o que directamente son muy cortos (por decirlo MUY finamente).

De lo que no hay ninguna duda es que se ha hecho un trabajo magnifico de documentación, entrevistas y montaje. Porque asombra ver como del inicio al final te mantiene enganchado y en vilo como si de una serie de ficción se tratase.

Os recomiendo encarecidamente que la veis y juzguéis por vosotros mismos.

  • Lo mejor: tiene tantos detalles que llegas a vivirlo como si estuvieras en el juicio.
  • Lo peor: que tengamos que seguir con la intriga de que pasó realmente con Teresa Balback.

La chica de la séptima fila

14 comentarios

  1. Precisamente el sábado noche entre copas, me estuvieron diciendo que debía verla.

    Igual me pongo con ella.

    Aunque no la he visto, creo que del mismo rollo es «The Jinx», así que si te ha gustado, échale un ojo que igual te mola (es de HBO).

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  2. Termino House of Cards que la arranqué la semana pasada y me pongo a ver esta (y después me tomo un descanso de esta clase de series porque de tanta política y crimen voy a terminar pensando que soy una agente de la CIA jaja). Saludos 😀
    pd: ¿habrá una segunda temporada?

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  3. Tiene buena pinta, a esto se le llama «true crime» ¿no? El género digo. A mí el programa de crímenes del canal ¿discovery? (no recuerdo cual de la tdt era) me aburre un poco pero esto luce mucho mejor. Aunque al mismo tiempo tiene pinta de deprimir bastante por cómo, adivino, que va a mostrar la (in)justicia.

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